El primer seguidor
“El primer seguidor es el que transforma a un chiflado solitario en un líder."
Derek Sivers.
Hace años vi esta charla de Derek Sivers que de forma reiterada termina volviendo a mi mente a lo largo de los años.
Normalmente consideramos líderes a aquellas personas que han impulsado un cambio disruptivo, una visión nueva que nadie más había visto antes. La idea de que ser un “seguidor” pueda considerarse como una forma de liderar es algo que a muchas personas puede parecer contradictorio casi por definición.
Considero fundamental la figura de una persona que lidere con la visión, sea capaz de transmitirla y sepa delegar en esos “seguidores” los planes de ejecución de la misma. Algunas veces se trata de la misma persona, pero en entornos complejos, es raro que pueda llegar a serlo.
Los seguidores, especialmente cuando hablamos de cambios en ámbitos culturales o profesionales, son los que se enfrentarán a todos y cada uno de los obstáculos que impidan materializar esa visión disruptiva cuando esta se enfrente a la realidad de nuestro contexto en cada paso que demos.
En su libro Al frente del cambio (Leading change en su versión original), John. P. Kotter explica su modelo de 8 pasos para conseguir cambios organizativos.
En el segundo de esos pasos, Kotter comenta la importancia de crear una coalición del cambio, es decir, alinear a las primeras personas que se enganchen con la visión o dirección de cambio y ayuden a transmitirla al resto.
Cuando se intenta introducir cambios en entornos complejos, especialmente en contextos en los que hay incertidumbre, estos aliados no son seguidores, son auténticos líderes.
Estas personas hacen posible que una visión no muera como una idea, por muy buena que sea. La diferencia entre lo que conocemos como un líder de éxito y alguien que no lo es, suele ser ese apoyo que viene de esos otros líderes que a menudo quedan en segundo plano.